hacernos creer que la vertiginosidad es virtuosismo,
convertir el placer de la lectura en caza de citas,
impregnar de localismo toda la cinematografía,
convertir el sofisma y el eufemismo en estética,
hacernos creer que la escritura es fruto de un
aprendizaje,
acudir al factor generacional como único criterio
valorativo,
convertir la industria editorial en industria
sanitaria,
otorgarle a la Nación un carácter estrictamente
geográfico,
ostentar y sacar provecho de sus ruinas,
aplicar conceptos faraónicos a las artes escénicas,
reducir la fotografía nacional a una única imagen
efectista,
crear una prensa que informa a partir de sus
reticencias,
sustituir educación por adiestramiento,
atrofiar el antropomorfismo en la estatuaria,
mantener el costumbrismo como única alternativa
humorística,
aplicar la necrofilia al concepto editorial,
confundir las artes plásticas con la política y
viceversa,
convertir la arquitectura en arqueología,
profundizar el círculo vicioso martiano…
No hay comentarios:
Publicar un comentario