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martes, 19 de diciembre de 2017

Los 99 estigmas de la Literatura Cubana

99=La transcripción en octavas del Quijote, cometida en 1849 por el poeta habanero Eugenio Arraza.

98=La publicación del kilométrico poema Cuba. Canto descriptivo, de Felipe López de Briñas: “Mire el águila audaz de la tormenta/A Cuba que entre céfiros y calmas/Larga y estrecha sobre el Mar se sienta,/Como un cetáceo colosal que alienta/Con el suspiro de sus tiernas almas,/Y que por cola ostenta/Al Sol cuando en Ocaso se presenta,/Y por aletas las sonantes palmas/Que se alzan en sus rocas,/Y también por esceso/A Nipe y a Guantánamo por bocas/Abiertas á la Gloria y el Progreso”.

97=La consagración de Ángel Augier como ujier de Nicolás Guillén, al punto en que éste le consultaba datos sobre su propia vida. “Él conoce mi vida mejor que yo”.

96=La poesía del Padre Gaztelu, como plato acompañante en la mesa de Orígenes. “Palmera, vegetal arquitectura/florecida de triunfo y armonía…” 

95=La aparición del Informe contra mí mismo, de Eliseo Alberto: strip tease de una generación perdida.

94=El curioso caso de contabilidad en la poesía de José Kozer: una acumulación de 10970 poemas hasta abril del 2016: “…sin ceder jamás un ápice a la facilidad…” (JK)

93=Los lectores del capítulo 8 de Paradiso.

92=La cólera lírica civil de Martínez Villena, en su poema admonitorio, tan llevado y traído para  justificar cualquier tumulto jacobino: “Hace falta una carga para matar bribones,/para acabar la obra de las revoluciones;//para vengar los muertos, que padecen ultraje,/para limpiar la costra tenaz del coloniaje…”

91=La respuesta revolucionaria al género policial: el Concurso 26 de Julio y la entrada en escena de sus personajes emblemáticos: el combatiente del Minint y la cederista.

90=La Canción a Stalin, de Guillén, ¿el poema más abyecto de la literatura cubana? “Stalin, Capitán,/a quien Changó proteja y a quien resguarde Ochún./A tu lado, cantando, los hombres libres van...”

89=El reciclaje de títulos como gancho editorial, à la cubaine: Memorias del desarrollo vs. Memorias del subdesarrollo; El todo cotidiano vs. La nada cotidiana.

88=Los frustrados intentos de rescatar a José Ángel Buesa para la Ciudad Letrada. Posiblemente por causa de versos como este: “Y si un día una lágrima denuncia mi tormento…”

87=La acuñación de un doble eufemismo: “Quinquenio Gris”, por el crítico ágrafo Ambrosio Fornet.

86=El Premio Nobel que Cuba obtuvo por carambola: El viejo y el mar.

85=La incorporación de la isla a las antologías de Poesía Cósmica: “…un largo LAGARTO verde,/con OJOS DE PIEDRA Y AGUA”; “…un CABALLO DE FUEGO/sostiene tu escultura guerrillera…”

84=La enunciación de un personal canon cubensis por el profesor Roberto González Echeverría. “Éste es un proceso que es también de autoanálisis y hasta de desvergonzado exhibicionismo, porque rara vez nos proponemos hacer o hacernos semejantes confesiones de preferencias y gustos, a no ser que nos llamemos Aristóteles, Horacio o Longino”.

83=El prólogo de Jesús Díaz a la primera edición ‘oficial’ de Lino Novás Calvo: “El que una revolución bloqueada publique a quien llegó a ser su enemigo es un acto de madurez y, para el destino literario de Novás, una paradoja.”

82=La precisión que tuvo que venir de otra orilla: “Guillén (el bueno: el español)” [Pablo Neruda]

81=La innecesaria obra póstuma de Cabrera Infante, sobre todo La ninfa inconstante.

80=La publicación del panfleto El derecho a la pereza, del santiaguero Pablo Lafargue, yerno de Marx y dependiente económico de Engels.

79=La crítica literaria estalinista de Leopoldo Ávila (seudónimo del poeta-teniente Luis Pavón), desde las páginas de Verde Olivo: “Con estos señores, la Revolución ha sido paciente y tolerante, y, una vez más, se han equivocado con la Revolución. A la Revolución no le ha interesado ni le interesa limitar la imaginación ni la experimentación artísticas, sino desarrollarlas; pero no va a dejar de combatir a los que pretenden utilizar esa libertad que, absolutamente solo, conquistó primero y defiende ahora el pueblo con su sangre, para clavarle a la Revolución un puñal por la espalda y que para colmo de desvergüenza se presentan, además, como defensores de nuestra cultura”.

78=La prisión de Néstor Díaz de Villegas, por su Oda a Carlos III: “Y ahora, ¿podrías soportar/ el espectáculo de la chusma/que se agita ante tus pies de piedra,/pretendiendo entender/de jerarquías?”

77=La proclamación profética revolucionaria de Lezama Lima por Cynthio Vitier, al descubrir su poema La casa del alibi, escrito en 1953. “Si este poema se escribió antes del asalto al cuartel Moncada, resulta de una videncia casi increíble; si se escribió después, cuando el ímpetu revolucionario parecía haber fracasado una vez más, constituye igualmente, en la región de los símbolos, un testimonio profético.”

76=La crítica literaria cubana, siempre a disposición de la lírica de turno: “haz de poemas que desborda sensibilidad y valor”, “urgencia y desnudez de lenguaje”, “cálido fervor lírico”, “desgarrador testimonio escrito en versos”…

75=El mito de los libros de Cabrera Infante canjeados por latas de leche condensada.

74=La entrevista performática de Fernández Retamar con Jorge Luis Borges, para que autorizase unas Páginas Escogidas en Cuba. A falta de dólares, el pago sería en “cuadros”.

73=El prólogo de Martí a Los poetas de la guerra, glosado indistintamente cada vez que se quiso justificar alguna pluma heroica: “Rimaban mal a veces pero sólo pedantes y bribones se lo echarán en cara: porque morían bien.”

72=El ajuste de cuentas como literatura: El color del verano y Antes que anochezca, de Reinaldo Arenas.

71=La recopilación de Ciro Bianchi Ross, Imagen y posibilidad, textos varios de José Lezama Lima: una versión más “integrada” de su escritura.

70=La creación del Centro de Formación (sic) Literaria “Onelio Jorge Cardoso”, desde donde se ha afirmado: “…si entonces hubieran existido los talleres literarios, hoy tuviéramos más Cervantes y más Shakespeares.”

69=El socorrido poema Mi bandera de Bonifacio Byrne, y aquel verso: “¡al cubano que en ella no crea/se le debe azotar por cobarde!”

68=El lavado de imagen de Emilio Ballagas, intentado por Cynthio Vitier en el prólogo a su Obra poética, y rebatido por Virgilio Piñera desde Ciclón. Vitier: “Del anhelo de una inocencia arcádica a la caída en el tiempo taciturno del deseo y de la muerte. De la paganía fabulosa de los sentidos al romanticismo elegíaco del alma. Y después, la ascensión a los misterios de la fe, al tiempo trascendente de la Pasión del Espíritu.” Piñera: “Rechazo esa pureza que mancha de blanco hasta dejar sin rostro alguno al poeta, al soldado o al héroe indefensos. Sus amigos olvidan que la mitad de toda pureza es impureza, lucha, espanto, tinieblas y horror. No veo en razón de qué sacrosantas leyes tengo yo que hablar páginas y páginas de un Ballagas que ya no sería Ballagas sino su envilecida mistificación.”

67=La condena a ocho años de prisión al escritor René Ariza, por intentar sacar manuscritos del país: “desde hace algún tiempo viene dedicándose a escribir cuentos, ensayos y relatos cuyo contenido y enfoque se basan en el más amplio diversionismo ideológico y propaganda contrarrevolucionaria escrita. Que todo este material literario carente de valor artístico, escrito en contra de los intereses de nuestro pueblo, de nuestro Primer Ministro...”

66=La sobredimensión del “miedo valiente” de Virgilio Piñera. “Como Carlos Rafael ha pedido que se diga todo, hay un miedo que podíamos calificar de virtual que corre en todos los círculos literarios de La Habana, y artísticos en general, sobre que el Gobierno va a dirigir la cultura. (...)  ...como Carlos Rafael pidió una franca franqueza, perdonando la redundancia, yo por eso lo digo, sencillamente, y no creo que nadie me pueda acusar de contrarrevolucionario y de cosas por el estilo, porque estoy aquí, no estoy en Miami ni cosa por el estilo.”

65=La confesión pública de Jorge Mañach sobre la poesía de Lezama Lima y los de Orígenes: “La admiro a trechos; pero no la entiendo.”

64=Los próceres poetas, pergeñando estrofas premonitorias: “Volad, pueblos de Cuba, a las armas/De la patria a la enérgica voz,/Y en lugar de los haces de espigas/Las gargantas segad con la hoz”. (Himno republicano, Carlos Manuel  de Céspedes)

63=La desaparición de Juan Cristóbal Nápoles Fajardo (El Cucalambé) en 1861, posiblemente por malversar fondos públicos.

62=Las “glorietas de amistad” y “décimas de querencia”, prendidas al cuerpo poético de Lezama Lima. “La lengüilla del lagarto/en los domingos de parto,/meriendas de Pablo Armando.”

61=La publicación de Cantos del Siboney, de José Fornaris, como súmmum del siboneyismo.

60=La carta lacrimosa de Heredia a Tacón, pidiendo salvoconducto de regreso: “Es verdad que ha doce años, la independencia de Cuba era el más ferviente de mis votos (…) pero las calamidades y miserias que estoy presenciando hace ocho años han modificado mucho mis opiniones, y vería como un crimen cualquier tentativa para trasplantar a la feliz y opulenta Cuba los males que afligen al continente americano.”

59=El Monte, de Lydia Cabrera, como negocio del Ministerio de Cultura.

58=La publicación del Diccionario de la literatura cubana en 1980 y 1984, con todas sus omisiones correspondientes: Gastón Baquero, Guillermo Cabrera Infante, Calvert Casey, Carlos Montenegro, Lino Novás Calvo, Severo Sarduy, Justo Rodríguez Santos...

57=La “Nota Aclaratoria de la UNEAC” a la publicación de los libros Fuera del juego y Los siete contra Tebas: “Era evidente que la decisión de respetar la libertad de expresión hasta el mismo límite en que ésta comienza a ser libertad para la expresión contrarrevolucionaria, estaba siendo considerada como el surgimiento de un clima de liberalismo sin orillas, producto siempre del abandono de los principios. Y esta interpretación es inadmisible…”

56=La inclusiva antología poética La generación de los años 50, que incorporaba mártires aficionados al verso y represores culturales.

55=Los libros reducidos a pulpa por la censura castrista; entre otros: Lenguaje de mudos, Premio David 1968, del poeta Delfín Pratts, por versos como estos: “…ha sentido mi aliento abominable y en mis masturbaciones/se ha estremecido un tanto también poseso del deseo/él está hecho para andar por mí aun donde/yo mismo me ignoro”

54=La alharaca armada en torno al soneto La más fermosa, de Enrique Hernández Miyares, acusado (falsamente) de plagio por El Diario de la Marina.

53=El poder de concentración cínica adquirido cada vez que alguien fue investido con el título de Presidente de la UNEAC. “Si España, o cualquier otro país, estuviera en guerra con una potencia nuclear y su embajada organizara la disidencia, ¿no estarían juzgados y presos, o con un tiro en la cuneta?” (Abel Prieto); “La gente cree que los cubanos no viajamos y yo he viajado a más de 47 países. Los cubanos sí viajan, los únicos que no viajan son los que están presos”. (Miguel Barnet)

52=La carta de los intelectuales cubanos contra Pablo Neruda por su “complacencia con el enemigo”, instigada por Guillén, y redactada por Retamar, Otero y Desnoes. 

51=La insistencia en citar mal el famoso verso de Lezama Lima: “Nacer es aquí una fiesta innombrable”, por el más conveniente “Nacer aquí es una fiesta innombrable”.

50=El título de Poeta Nacional, ostentado por Agustín Acosta y Nicolás Guillén.

49=La carta de Virgilio Piñera al Primer Ministro: “Sabemos que el Gobierno Revolucionario tiene fundados motivos para tenernos entre ojos; sabemos que nos cruzamos de brazos en el momento de la lucha, y sabemos que hemos cometido una falta.”

48=Los diversos nombres de una misma incapacidad: realismo socialista, realismo sucio, Manuel Cofiño, Pedro Juan Gutiérrez.

47=Los guiones cinematográficos como redención de la prosa pobre: Edmundo Desnoes y Senel Paz.

46=La impotencia de José A. Baragaño contra los origenistas, desde el diario Revolución: “Ataquemos de frente esa vacilación sensitiva, hablamos del grupo de la revista Orígenes, bajo el imperio de José Lezama Lima”.

45=El colofón editorial a una larga vida de voyeurismo castrense: Dulces guerreros cubanos, del cronista Norberto Fuentes.

44=La propuesta de Cynthio Vitier a la “crisis de los balseros”: la edición de los Cuadernos Martianos. “¿No es Martí capaz de hacer de cada cubano, por humilde e iletrado que sea, un patriota? ¿No es capaz de inspirarle resguardo ético, amor profundo a su país, resistencia frente a la adversidad, limpieza de vida?”

43=La visita en sueños de José Martí a Zoé Valdés: “Ayer, como de costumbre, soñé que Martí andaba por ahí, revoloteando en mi habitación, montado en su caballo blanco. Y se bajaba del caballo más vivo que nunca y se desnudaba así como se desnuda Richard Gere en American Gigoló y me daba una templada de altura. Yo levitaba con la singada que me daba Martí. Es que siempre me gustó Martí, incluso escribí una conferencia de veinte páginas para hablar de la poesía amorosa de Martí en la que yo me pintaba como una mujer de Martí. Y anoche por fin lo fui”.

42=La guerra de los comisarios culturales contra Emir Rodríguez Monegal y Mundo Nuevo. Entre otros, el episodio de Reinaldo Arenas, conminado a abjurar oficialmente de una publicación en la revista, y su disculpa privada: “Primero me negué a escribir la carta, y entonces ellos, encabezados por Nicolás Guillén en persona, me presentaron la expulsión de la UNEAC donde además trabajo, expulsión que significa ir a parar a un campo de trabajo forzado y desde luego la cárcel. Hice entonces una carta benigna. Pero el mismo Guillén la rechazó: quería algo agresivo y denunciante. Así pues tuve que elegir entre la redacción de la infame carta o la prisión.” 

41=El artículo “Somos los actores de una historia increíble”, firmado por Cabrera Infante el 16 de enero de 1959: “Hasta los familiares de los fusilados saben que se obra con espíritu de honradez”.

40=El episodio de los golpes cruzados entre Lezama Lima y Piñera, por causa de una crítica mal asimilada por el primero: “Después de Enemigo rumor,  era ineludible haber dejado atrás ciertas cosas que él no ha dejado; hacer un verso más con lo ya sabido y descubierto por él mismo, significaba repetirse genialmente pero repetirse al fin y al cabo”.

39=La implosión del proyecto Encuentro de la cultura cubana, víctima de sus muchos desencuentros.

38=El artículo La poesía en su lugar, firmado por Heberto Padilla, contra los origenistas: “Orígenes es un ejemplo de nuestro más pronunciado mal gusto. Es prueba de nuestra ignorancia, evidencia de nuestro colonialismo literario, y de nuestra esclavitud a las antiguas formas literarias.”

37=La sombra de la pedofilia sobre Tristán de Jesús Medina.

36=La empecinada confusión entre “trova” y “poesía”, y sus consecuencias: “...me quito el rostro y lo doblo/encima del pantalón…”; “En mi sábana blanca vertieron hollín,/han echado basura en mi verde jardín…”

35=El cierre del suplemento Lunes de Revolución, a raíz de la censura al documental PM. El cierre de Ediciones El Puente. El cierre de la revista Pensamiento Crítico. El cierre de la revista católica Vitral, por presiones del Cardenal Jaime Ortega. El cierre de…

34=La reputación bien ganada del Sargento Retamar: “La verdad es que nunca lo consideré un valor, sino uno más entre los arribistas políticos y literarios de nuestra época”. (Pablo Neruda)

33=El entretenido catálogo literario de Ediciones Universal, en Miami: La sacudida violenta, Entresemáforos, El espesor del pellejo de un gato ya cadáver, Frutos de mi trasplante, Para mi gaveta, El sol tiene manchas, La decisión fatal, Ni tiempo para pedir auxilio, No puedo más, Pero el diablo metió el rabo…

32=El ensañamiento crítico de Ciriaco Sos (César de Guanabacoa) contra Julián del Casal. “El que haya leido una de sus poesías ya sabe á que atenerse en cuanto á la forma de las demás, pues si en aquella por acaso no aparecen las brumas opalinas, las gasas opalinas, la blancura opalina, las copas opalinas, (copas, opas, ¡qué melodía!) saldrán á relucir de seguro, la estrella solitaria, para aconsonantar con plegaria ó visionaria, la luz febea, el aureo enjambre, el aureo dragón, las aureas siemprevivas, el aureo plumaje, el aureo globo esmaltado de esmeraldas, perlas, zafiros y ópalos, el aureo collar ornado de rubíes, el brazalete de oro constelado de diamantes, rubíes y zafiros, ¡una prendería!”

31=La obra poética de Hilarión Cabrisas y sus zambullidas pasionales, incluyendo el cunnilingus: “Me prosterné a tus plantas y abatí mi cabeza/entre tus muslos como un abate que reza,/te ofrendaron mis labios su erótica oración:/ávidos se anidaron en un íntimo nexo/carnal, sobre la herida sangrante de tu sexo…/¡Así fue mi primera perversa comunión!”

30=La publicación, en el suplemento literario del Diario de la Marina, de Salutación fraterna al taller mecánico del militante Regino Pedroso, y que iniciaría la llamada poesía ‘obrera’: “…ultraístas imágenes de transmisiones y poleas,/exaltación soviética de fraguas.”

29=La publicación de Nos pronunciamos, manifiesto de “compromiso” de la revista El Caimán Barbudo, en 1966: "Nos pronunciamos por la integración del habla cubana a la poesía. Consideramos que en los textos de nuestra música popular y folklórica hay posibilidades poéticas. Consideramos que toda palabra cabe en la poesía, sea carajo o corazón."

28=El descubrimiento (o invención) del fósil Espejo de paciencia.

27=La instauración del Premio Nacional (político y geográfico) de Literatura.

26=El ataque (“acto de delación intelectual”, según Ana María Simó) de Jesús Díaz, director de El Caimán Barbudo a Ediciones El Puente: “...empollada por la fracción más disoluta y negativa de la generación actuante. Fue un fenómeno erróneo política y estéticamente. Hay que recalcar esto último, en general eran malos como artistas.”

25=La estrella de Cuba, primer poema ‘revolucionario’, escrito por Heredia en 1823: “Si el cadalso me aguarda, en su altura/mostrará mi sangrienta cabeza/monumento de hispana fiereza,/al secarse a los rayos del sol.”

24=Nuestra larga tradición de crítica biliosa y subjetiva: Buenaventura Pascual Ferrer, Emilio Bobadilla, Aniceto Valdivia…

23=Las páginas arrancadas al diario de campaña de Martí.

22= La reputación de poeta servil que persiguió a Plácido: “¿Y qué es mirar á este vate/ser escabel del magnate/en el festin,/cantar sin rubor ni seso/y desputar algun hueso/con el mastin…” (J. J. Milanés)

21=Las nuevas bases para concursos literarios en Cuba, a partir de 1971, declaradas por el Primer Ministro: “Y para volver a recibir un premio, en concurso nacional o internacional, tiene que ser revolucionario de verdad, escritor de verdad, poeta de verdad…”

20=Las diversas reescrituras de Calibán, ensayo plataforma de Fernández Retamar, donde Borges es calificado como “colonial” y su literatura “un peculiar proceso de fagocitosis”; Carlos Fuentes es “conspicua figura” de la mafia mexicana; y además se alude a “la pesantez profesoral de Emir Rodríguez Monegal y el mariposeo neobarthesiano de Severo Sarduy”.

19=La perturbadora españolidad de Gertrudis Gómez de Avellaneda. “Hoy vuelve a Cuba, pero a Dios le plugo/Que la ingrata torcaz camagüeyana/Tornara, esclava, en brazos de un verdugo”. (José Fornaris)

18=Las noticias oficiales cubanas sobre Guillermo Cabrera Infante, tras su Premio Cervantes, y posteriormente su muerte: “También querríamos que un premio de esta naturaleza sea celebrado como lo que es: un reconocimiento literario, y que no sirva como pedestal desde donde atacar a la Revolución, y a una cultura que, a pesar de él mismo, lo cuenta entre los suyos”. “…y por encima de sus propias diatribas contra su país de origen, sus escritores y sus instituciones, lo mejor de su obra pertenece al patrimonio literario de la nación cubana, a su cultura y a quienes la defienden frente al acoso y la mentira.”

17=La agenda hereditaria lezamiana de Severo Sarduy: “Barroco que en su acción de bascular, en su caída, en su lenguaje pinturero, a veces estridente, abigarrado y caótico, metaforiza la impugnación de la entidad logocéntrica…” Resultado: ¡el neobarroco!

16=El caso insólito de un recital de poesía asaltado por paramilitares: Librería El Pensamiento, Matanzas, diciembre de 1988.

15=Las consecuencias del género equivocado: Martí dramaturgo y novelista, Lezama Lima cuentista y traductor, Guillén ensayista, Loynaz y Vitier, novelistas…

14=La guerra epistolar desatada en torno al libro A pie y descalzo, de Ramón Roa, entre Enrique Collazo y Martí: “Pero si usted quiere ser cubano póstumo, o guapo, después que ha pasado el peligro, séalo en buena hora, pero déjenos en paz.” (EC)

13=Nuestra poesía canónica e intraducible: “…búcate plata,/poqque no doy un paso má:/etoy a arró con galleta,/na má.”

12=Los Versos sencillos, como punto de ebullición entre Martí y su esposa, Carmen Zayas Bazán: “He visto vivir a un hombre/Con el puñal al costado,/Sin decir jamás el nombre/De aquélla que lo ha matado.”

11=El “Mensaje desde La Habana para amigos que están lejos”, firmado por escritores e intelectuales cubanos para justificar los fusilamientos y arrestos de la Primavera Negra del 2003: “Para defenderse, Cuba se ha visto obligada a tomar medidas enérgicas que naturalmente no deseaba”.

10=La degeneración de la décima como género independiente, y su subproducto: los decimistas. “Hay una mano caníbal/desaletrando mi halago/(Ciudad de papel -Cartago/rota otra vez) pobre Aníbal/Hay una mano caníbal/y autófaga -Qué Escipión/en paños menores -¿Son/torpes ecos del rey Prusias/de Bitinia? Qué de argucias/Dido –qué desolación”.

9=La agenda teleológica insular de Cynthio Citier a partir de Lo cubano en la poesía,  desterrando a la Avellaneda por su peninsularidad, y a Virgilio Piñera por exceso de antillanismo: “Trópico de inocencia pervertida, huit clos insular radicalmente agnóstico, tierra sin infierno ni paraíso, en el sitio de la cultura se entronizan los rituales mágicos, y en lugar del conocimiento, el acto sexual. Pero ni siquiera los valores de la carnalidad sobreviven, porque los copuladores son imágenes vacías, contornos de sombras. Retórica, pulpa, abundancia podrida, lepra del ser, caos sin virginidad, espantosa existencia sin esencia.”

8=La Guerra de los E-mails de 2007, que sirvió para demostrar que toda la represión cultural de las décadas anteriores provino únicamente de dos funcionarios.

7=El berrinche de José Rodríguez Feo con Lezama Lima y el fin de su financiamiento de Orígenes.

6=La publicación del panfleto Nuestra América, por José Martí, cúmulo de histeria verbal: “trincheras de ideas”, “los árboles se han de poner en fila”, “el gigante de las siete leguas”, “la hora del recuento, y de la marcha unida”, “sietemesinos”, “el brazo canijo, el brazo de uñas pintadas y pulsera”, “esos insectos dañinos”, “danzando y relamiéndose”, “vino de plátano”; y que remata con la imagen del Gran Semí, sentado en el lomo del cóndor regando la semilla de la América nueva.

5=Los dos siglos sin literatura (XVII, XVIII) antes de que alguien escribiese una oda a la piña.

4=El Coloquialismo, el Conversacionalismo, o lo que fuera: “Mujer,/tú no eres el comunismo,/pero te le pareces”.

3=El Caso Padilla, y la retractación pública del poeta: “Y yo inauguré –y esto es una triste prioridad–, yo inauguré el resentimiento, la amargura, el pesimismo, elementos todos que no son más que sinónimos de contrarrevolución en literatura…”

2=El ostracismo y la muerte oficial (“cerco de silencio”) de José Lezama Lima y Virgilio Piñera.

1=La Preceptiva ideológica, dictada por el Primer Ministro, en 1961: “Creo que esto es bien claro. ¿Cuáles son los derechos de los escritores y de los artistas revolucionarios o no revolucionarios? Dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución ningún derecho. (APLAUSOS)”

© Manuel Sosa

viernes, 8 de diciembre de 2017

Proverbios

Rogad al hombre no arrojarse al fulgor, no dejarse cegar por tanta brillantez y le invadirá un escozor de mariposas nocturnas.

Bienaventurado aquel que huye de sí mismo y jamás lo consigue.

Ceded la primacía al viaje interior y se multiplicarán las dimensiones y los itinerarios.

El baúl rebosante nada puede contra la hondura de la memoria.

Defender géneros y linajes: un instinto de bestias.

Nadie con más motivos para defender un Rey que su bufón.

Antes de aprender diplomacia, la pirotecnia.

No se aplaude el sentido del discurso, sino sus énfasis.

Cuando la llaga desaparece sobreviene entonces el calvario de las evocaciones.

Por cada instante insalvable un peldaño menos en el descenso al Averno.

Cuando el cronista pretende ser imparcial cuenta la historia posible, la que nunca ocurrió.

Transitar muchos caminos no se equipara al gozo de transitar ciertos caminos muchas veces.

El deseo y el provecho nunca han sido ingredientes de la eventualidad.

Mejor rendirnos a lo improbable antes que a lo imposible, por si cambiamos de parecer.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

Pulcritud de la idea

Otro de los privilegios
que nos regala este declive
(porque decir madurez
es un eufemismo)
es el conocimiento de la palabra
justa; y más: no sentir
remordimiento cuando
la aplicamos allí donde
se precisa.
En la ingenuidad, en
nuestra etapa de orfebrería
hubiéramos situado
el aborrecimiento
bajo el toldo del despecho.
Pero ahora
este declive nos premia
con el placer de tachar olvido
y calmar la sed quirúrgica
que la Preceptiva nos vedó
desde siempre
para llegar a la pulcritud 
de la idea
y escribir entonces:
extirpación,
erradicación,
arrancamiento…

© Manuel Sosa

lunes, 4 de diciembre de 2017

Policías, muchos policías

Es así: al final de cada entramado o vericueto, luego del despeje y los develamientos, todo se reduce a un policía sentado detrás del buró, esgrimiendo el expediente de turno. Por eso, cuando mis amigos escriben para convencerme de cuánto ha cambiado su situación, para bien, no tengo que desmenuzar el envoltorio por mucho tiempo, porque sé que el agente está en el mismo centro del paquete, agazapado y alerta. Las supuestas libertades que ahora disfrutan, mayor y más frecuente remuneración, posibilidades de publicar, eventos donde aturdirse a ponencia limpia, acceso a la ilusión de una red, impunidad si se abordan temas peligrosos, no dejan de estar atadas al esqueleto metálico de un militarismo que duerme en la alcoba adyacente, listo para golpear la puerta. Y hacerla trizas, si fuera preciso.
   ¿De qué vale lanzar convocatorias, abrir espacios nominales y hablar de entendimiento entre orillas si nada puede escaparse a la sujeción única de un alcaide caprichoso? ¿De qué cultura hablan, cuando sus agentes se permiten amenazar a quienes se consideran libres para escribir y divulgar sus propias ideas?
   Podrá haber mucha energía de cambio, mucho afán de mover la cultura y de vencer prejuicios, y se dirá que el gobierno sigue abriendo espacios de tolerancia, pero la sombra del gendarme no podrá ser despejada mientras la cobardía se mantenga como política oficial: militares vociferando, militares encarcelando, militares decidiendo hasta dónde se llega y quiénes salen o regresan.
   Policías, tendrán que buscarse muchos policías, porque literatura y mansedumbre no se llevan bien. 

viernes, 1 de diciembre de 2017

El Ángel del Umbral interroga al Poeta Integrado

A: Una transición furtiva, casi como ardor que se apacigua…

PI: Yo no hubiera pedido otra cosa…

A: Es una extraña mezcla de credenciales. Tengo ante mí estos legajos en cursiva, donde descubro impaciencia, razones acumuladas sin una tesis original, un gusto por describir lo visible…

PI: Tenía la escritura como el recurso idóneo para…

A: Idóneo. Va a tener que olvidar esa terminología. La toleramos al principio, sabiendo que aún se carga tanto remanente físico. Yo hablaba de la impresión general, de la impaciencia en los apuntes, el énfasis por la cotidianeidad. Le aclaro que no busco entorpecerle esta primera etapa, pero debe esperar resistencia de nuestra parte. Usted, que pasó por tantas aduanas, debe estar acostumbrado. Es el procedimiento.

PI: Le agradezco esa precisión. Escribir poesía es vencer resistencias.

A: Por ahí andamos entonces. Esa frase suena distinta en otros poetas, se lo aseguro. Le pregunto, ¿se considera un artista asimilado por el uso, por el lector ideal?

PI: Durante mucho tiempo creí que mi labor como poeta…

A: ¿Su labor?

PI: …que mi función como poeta había sido gratificada. Fui leído, aprendido de memoria, recitado ante las masas, llevado como resguardo por el lector común, que era mi interés primordial. Pero con los años sobrevino la duda…

A: La duda salva a los justos.

PI: Llegó el momento en que sentí que se me debía más reconocimiento.

A: ¿De qué hablamos aquí, de la Academia?

PI: Digamos que del sentido crítico ulterior. Del trasfondo que sustenta a la escritura.

A: Caemos en lo utilitario, tan atractivo y pasajero…

PI: Mi credencial mayor es saber que nada importa. Así lo creo ahora. Escribía para mí, para aliviarme.

A: Dentro de lo cursivo, trazos de angustia. Pero usted se entretuvo en alianzas que negaban al hombre el derecho a la angustia.

PI: Me entretuve, así de llano. Me consuelo con intuir que nunca hubiera carecido de ingenio, de haber nacido en otro tiempo, en otro sitio.

A: No le faltó el ingenio. Le faltó el cinismo. Vea que pudiera ser una contradicción, pero buenas dosis de cinismo le abren al mortal otros senderos. Y el sendero hacia Dios. Le ilustro: un poeta que no puede salir del bosque frondoso, como experimento. El poeta corriente se queja de tanta sombra. El poeta divino canta a esa sombra, y a luz que le espera. El poeta irrepetible se da cuenta de que experimentan con él. Y se da el lujo de callarlo.

PI: Horacio, Whitman. Yo buscaba tantas cosas en ellos.

A: No pretendo demorarle. Pese a tanto abigarramiento y periferia, le deseo que aproveche esa calidez innata que nunca liberó del todo.

PI: Y la certeza, tardía, de que ningún credo que pretenda emancipar al género humano es comprensible. ¡Cuánto cansancio, Dios mío!

A: Ahí está la pastura, y más preguntas.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

Aquellas asignaturas imprescindibles

Educación Laboral: Con un futuro leguminoso por delante, y tanta maquinaria agrícola que reparar, alguna vez entramos a clase creyendo merecer aquel adiestramiento proletario, porque ¿qué otro mensaje se podía entrever, torneando piezas de muebles oficiosos y apretando empecinadas tuercas? ¿Qué nos estaban queriendo decir desde el Ministerio? ¿Es que nuestra sociedad no iba a admitir hombres incapaces de arreglar un fogón o una plancha? Mi congénita torpeza fabril me convencía de lo contrario: los libros abren pasajes secretos, y nos impiden pensar como burdos obreros. Ni el campo ni el taller podían borrar la experiencia de los libros furtivos. Yo reparaba en la ridícula vestimenta de mis profesores, en su torpeza pedagógica y su habla pastosa, y ya sabía que no quería ser como ellos ni aprender nada de ellos. De modo que esta asignatura, de haber sido útil, nos hubiera ahorrado lágrimas y recursos, en un país donde abundan los desperfectos y las roturas. De haber prestado atención, mi sentido práctico habría prevalecido, y yo sería ahora otro peón orgulloso de su complejo agro-industrial; y lo que es peor: quizás sería feliz.

Dibujo Técnico: Una educación comunista no está completa si no se atiborra al alumno de conocimientos perfectamente inútiles. El nivel del trazado, y la exactitud que requerían los planos servían para detectar posibles rotulistas e ilustradores, siempre necesarios en la guerra ideológica. Las mayores batallas de la Revolución, como sabemos, se han librado contra los muros blancos y las pancartas vacías. Tiempos para añorar, aquellos en que los rótulos no se desmarcaban del rectángulo imaginario, fruto del buen aprovechamiento de una asignatura elitista, contra la que se estrellaban muchos sueños y pulsos temblorosos.

Fundamentos de los Conocimientos Políticos: ¿En qué estadio de inmadurez andaba nuestro raciocinio antes de que nos iluminaran con la dialéctica materialista y su certera aplicación social? De no haber sido por Afanasiev, todavía creeríamos que la filosofía era aquella acumulación de sabiduría y tradiciones indias y chinas: máximas y versículos donde no existía la pugna que encierra toda lógica. ¡Ah, la belleza de razonar en torno a la unidad y lucha de contrarios, la negación de la negación y la ley de los cambios cuantitativos en cualitativos! Gracias a esta asignatura creció nuestra capacidad retórica y aprendimos la utilidad de los sofismas, sobre todo para justificar nuestros incontables errores. Convencidos de que el comunismo es una necesidad histórica, esperamos su llegada desde esta orilla, leyendo a Konstantinov bajo una palmera de Miami Beach.

Preparación Militar Inicial (PMI): ¡El sueño de todo adolescente americano! ¡Portar un AKM en territorio escolar, y poder dispararlo contra los condiscípulos! En nuestro caso, valdría aclarar que las ráfagas siempre fueron accidentales. El ejemplo que recuerdo: una jovencita exageradamente tímida, obligada a tomar el arma y apuntarla hacia los blancos del improvisado campo de tiro. Y tan nerviosa que se ponía, que apretaba con firmeza el gatillo y se volvía hacia el grupo, todavía disparando, para preguntar: “¿Así, profesor?” Todos nos tirábamos contra el piso, y por suerte, la muchacha apuntaba hacia lo alto, y esa vez sólo nos tocaba sentir el entrecortado soplo de Átropos. ¡Una asignatura excitante!

Bases de la Producción Contemporánea (BPC): Asistir a una clase con semejante nombre constituía todo un desafío. Y mucho más cargar con su libro de texto, que pesaba alrededor de 5 kilogramos. Era algo así como verse obligado a pasar cursos de “Iniciación al Martirologio Textil Sincronizado” o “Introducción a la Parametración de Actividades Resemantizadas”. No todos pudimos aprovechar la revelación de los tantos secretos que guardaba el motor de combustión interna, y hoy sufrimos las consecuencias, dispersos por las carreteras del mundo, arrimados a las cunetas, el capó levantado, y marcando desesperadamente el número del único mecánico cubano que conocemos, posiblemente alguien que siempre sacó sobresaliente en Bases de la Producción Contemporánea, y nos lo hace pagar caro. 

lunes, 27 de noviembre de 2017

Modelo de discurso y hasta prólogo

En este preciso instante, echamos de menos el motivo recurrente que brilla con luz propia en las buenas y en las malas, el callejón sin salida que a estas alturas no nos cabe en la cabeza, como un arma de doble filo. Sabemos de buena tinta que dejar una impronta juega un papel crucial y cobra importancia en toda la extensión de la palabra. No queremos, sin más ni más, dejar en el tintero el secreto mejor guardado. Tomar cartas en el asunto y cerrar filas en torno a un amigo entrañable es ya ponernos entre la espada y la pared. Habría que atenerse a las consecuencias y pagar justos por pecadores, no cabe duda. Tan es así que de un tiempo a esta parte la inmensa mayoría nos encontramos enfrascados en coger la sartén por el mango y luchar a brazo partido contra la aplastante derrota. Para nadie es un secreto que reverdecer laureles no significa pasarse de listo o algo por el estilo. Como botón de muestra va el esfuerzo sobrehumano de quien pone los puntos sobre las íes y mantiene a raya al chivo expiatorio, al enemigo jurado; en otras palabras: un acto de legítima defensa, no apto para cardíacos. De una manera u otra, el pan de la enseñanza se hace con harina de otro costal. ¿Qué más da, si al bailar en casa del trompo nos dan gato por liebre y al final cargamos con el muerto? A fin de cuentas, la manzana de la discordia brilla por su ausencia desde tiempos inmemoriales. Huelga decir que en un abrir y cerrar de ojos ponemos manos a la obra y acto seguido nos vamos con nuestra música a otra parte si fuera menester, sin titubear un instante. ¿Para qué traer a colación el mundanal ruido como ejemplo a seguir si al cabo hacemos acto de presencia y vestimos las mejores galas cuando cunde el pánico? Es una verdad insoslayable a lo largo y ancho del país; es otro ejemplo palpable y latente de poner a buen recaudo este secreto a voces: el futuro es luminoso y en la recta final ya podremos ver los cielos abiertos. No nos llamemos a engaño, poner en tela de juicio las fuentes fidedignas y sembrar la duda por amor al arte no significa crear falsas expectativas en este momento crucial. Mal que nos pese, tener la vida pendiente de un hilo y sudar la gota gorda son el marco propicio, la condición sine qua non antes de quemar las naves. Llama poderosamente la atención el apoyo incondicional de ese nutrido grupo que se duerme en los laureles sin ventilar sus asuntos ni elevarlos a la enésima potencia. De más está decir que abrigamos el propósito de hacer caso omiso a los caminos trillados. Dentro de lo que cabe, un error garrafal y el éxito rotundo son a la larga el mismo perro con diferente collar. Son, por estrecho margen, prueba irrefutable del creerlo todo a pie juntillas y del pedir peras al olmo, sin que nos importe un bledo la satisfacción del deber cumplido. Sin lugar a dudas, cosechar éxitos o ser un dechado de virtudes en última instancia pueden ser el reverso de la moneda. A la postre, sembrar cizaña a tontas y a locas siempre saca de sus casillas a quien no nos pierde ni pie ni pisada. Vale la pena trabajar con tesón y ahínco en la acuciosa labor, con el sudor de nuestra frente, para después dormir a pierna suelta. Mejor que perder los estribos es hacerse el de la vista gorda y seguir al pie de la letra esa ardua tarea a nosotros encomendada y así dejar constancia de nuestro diario quehacer. Resulta de vital importancia puntualizar los detalles de este amplio abanico de posibilidades, porque llamar las cosas por su nombre sigue siendo un motivo de orgullo y un motivo de gran satisfacción, valga la redundancia. Duro y largo ha sido el camino, a ojos vistas; donde hubo humillante revés tenemos hoy calurosa bienvenida y cerrada ovación; donde hubo temas escabrosos y rumores infundados, vemos análisis detallado, encomiable labor y avances significativos a pie de obra. Otro gallo cantaría si luego de anunciar con bombo y platillos la respuesta contundente que merece cualquier espiral de violencia hiciéramos de tripas corazón y pusiéramos pies en polvorosa antes de pasar a mejor vida. No es una peregrina idea la que nos hace creer a pie juntillas el ejemplo imperecedero de quien hace mutis por el foro y nos sirve en bandeja de plata tantas emotivas imágenes de toda índole, para luego cargar con la culpa. A ciencia cierta, andar de capa caída no es bajar la guardia por cuenta del papel preponderante que un meteórico ascenso propicia. Cuando llueve a cántaros, la llovizna pertinaz toma la iniciativa y el celoso guardián no logra pegar los ojos, no logra conciliar el sueño de los justos. El hombre ruega encarecidamente que la catadura moral de quien no es bien visto sea por fin el golpe de gracia, la gota que colma el vaso. Tirar la toalla, craso error de quien peina canas y no tiene pelos en la lengua, equivale a coger el rábano por las hojas y crear óptimas condiciones a toda costa, sin ton ni son. A pesar de los pesares, hacemos valer nuestra unión inquebrantable, los ingentes esfuerzos de quienes hacen uso de la palabra y someten a votación las drásticas medidas, como un enclave privilegiado a flor de piel. No es hora de andarse por las ramas ni andar con paños tibios, sino de recabar el apoyo de cada cual, contra viento y marea, a como dé lugar. De alguna manera, el que más y el que menos ha dado en el clavo si ha estado a punto de ver con sus propios ojos lo que significa una favorable acogida. Después de todo, la suerte nos sonríe y nos damos el lujo de sentar cátedra y meternos en la boca del lobo. Jugarse la vida es dejar por sentado que acometer esta empresa, hasta las últimas consecuencias, es el cuento de nunca acabar. El camino es tortuoso, lleno de vicisitudes; cruentos combates se vislumbran a diestra y siniestra, y no basta avanzar a pasos agigantados, a galope tendido; no basta llevar a cabo otra tarea priorizada y cumplir a cabalidad lo que parezca un hueso duro de roer y así sucesivamente. Antes de darse muchas ínfulas, y por ende, arder en deseos, se ha de rechazar enérgicamente el dorar la píldora a quien deja mucho que desear. En cierto sentido, estrechar lazos inquebrantables de buenas a primeras, como el que no quiere la cosa, es única y exclusivamente un raro privilegio, sólo comparable al amor a primera vista. Todos hacen hincapié en los precios módicos, por si las moscas, previendo que su afán de protagonismo no deje títere con cabeza, de golpe y porrazo, pésele a quien le pese, salga el sol por donde salga. La suerte está echada.

viernes, 24 de noviembre de 2017

De Birán a Delfos

¡Cuánto hubiera dado la guardia pretoriana por ver a su Jefe investido con verdaderas cualidades de escritor! Esa posibilidad, ya comentada por muchos articulistas de la red y del papel, habría hecho más creíble la conversión de estadista a Oráculo. Más creíble y sustanciosa, pues la oficialidad ha debido activar sus salas de redacción (sus “tanques de escritura”) como sustitución a tan palpable ausencia. Al tener que retirar la Figura axial de ese proyecto que hasta hoy sigue siendo aclamado por una parte del pueblo, viene su reemplazo a ocuparles las noches y los días. Y esas jornadas son de grafología e imitación de estilo, de redacción de un nuevo manual, bastante apresurado, que logre servir de testamento y evangelio para el orfelinato revolucionario.
   Y no es un reemplazo que esperaban tan presto, pues el adalid les había prácticamente convencido de su inmortalidad. Al defraudarles, yéndose por la vía más escandalosa, desgarrón, tripas perecederas donde leer vaticinios, flatulencia guerrillera, les ha dejado con una libreta en blanco que deben manuscribir a toda prisa.
   Al adalid le faltaron en vida muchas dotes que usualmente caracterizan al escritor de éxito (le faltó tiempo, que ahora ha de sobrarle, nos ha tratado de decir como excusa a esa bibliografía activa que insiste en pergeñar): no tuvo el intelecto de Marx, ni la agudeza de Engels; no aprendió de la pluma contenciosa de Lenin; los matices estilísticos de León Trotsky le fueron vedados a su mente utilitaria; no fue un glosador atendible, como Stalin. Hubiera querido ver más allá del entramado que le circundaba; por ejemplo, ser capaz de versificar, algo que Mao podía resolver con naturalidad (Ho Chi Minh y Agostino Neto también). Su pieza oratoria más conocida, más divulgada y traducida, fue obra cómplice de otros. Sus libros fueron hechos a partir de pura transcripción, de discursos o de entrevistas: agobio de taquígrafos y ajetreo de rebobinadores. Todo un legado que componer en las postrimerías, para convertirse en la enjundia de lo que sobrevivirá.
   Para no prescindir de su cuerpo y su máscara patriarcal, lo siguen exhibiendo en sitios caprichosos, sabiendo que lo arriesgan todo. Grabado con libreto y editado en lo posible, ese viejito que farfulla y articula incoherencias, que gesticula ante la cámara y se abraza de todo aquel que ostente un uniforme o vista de rojo sangre, es la cáscara que cubre el concepto sustancial. Ha de imaginársele en el lecho, arrellanado ante su ordenador portátil, los libros amontonados por doquier, el ceño indagante, el dedo sempiterno punzando la teoría de una Roma moderna que se expande y les oprime como nación. No volverá al estruendo de los micrófonos, pero continuará como eminencia gris del proyecto, vivo o muerto, lúcido o senil. Mientras su cascarón sea útil, seguirá prestando una fachada a los edictos que se publiquen en la prensa diaria.
   De Birán a Delfos, el octogenario adalid ha pasado a ejercer una función que jamás concibió: la de sacerdote crepuscular. Un país regido por la irrealidad es sólo comparable a una pieza literaria que se desmarca de su urdimbre y ahoga al transcriptor. Sin mano firme y salpicada por mares borrascosos, los discípulos (los personajes) han prolongado su omnisciencia para salvar la presente coyuntura, aunque su progenie sufra el precio de los desmoronamientos y los ridículos en el futuro no tan lejano.
   Ya podemos concebirlo, viendo el rumbo que van tomando las cosas: clases sin profesores, asignaturas que escrutan folletos redactados por un comité de sustitución, un sistema de enseñanza que usa las llamadas “Reflexiones” como puntal a su sobrevida. ¿Cuánto tomará para que la familia cubana proteste y pida que sus hijos no sean sometidos a semejante experimento? Esos textos mal urdidos, que abundan en planteamientos llanos y citas extensas, sujetos al lugar común,  pretenden mantener activo a quien jamás logró siquiera una frase ingeniosa. Es triste, de cierta manera: no pudo dar con la página o el aforismo que constituyesen su heredad. No fue capaz de adjudicarse un testamento que fuese reproducible.
   Otros, en las sombras, se encargan de imitarle la retórica y mantenerle en primera plana, haciéndole pasar por augur. Tratan de reeditar así la postrera hazaña del Cid Campeador, quien amarrado a su caballo, después de muerto, hizo huir a las huestes enemigas.
   Este que pasean por delante del regimiento constituye una combinación peculiar de Ruy Díaz con la Pitia. El periódico que hace resonar todos los vaticinios, sustituye a Babieca, el corcel fiel que carga los despojos como última esperanza.

© Manuel Sosa

miércoles, 22 de noviembre de 2017

¡EXTRA! Titulares (reales) de la prensa cubana

Cuba, único país con desarrollo sostenible

Estudian automatizar comportamiento de la cuenca del Zaza

Emulación para más carne

Cuba lidera trasplante de hígado en la región

Sostenido trabajo científico en Pinar del Río

Criterios contrapuestos impiden extender tecnología para conservar leche

Incrementa Cuba producción de perfiles de aluminio

Numeroso público en encuentro de Teatro Callejero

Plátano extradenso muestra sus ventajas en tierra espirituana

Granma al rescate del marañón

Reanimación lechera en Las Tunas, provincia menos lluviosa de Cuba

Inician federadas proceso de reflexión

Comienza hoy III taller de resistencia bacteriana

Despierta interés tema de la democracia y las elecciones en Cuba

Continúa en Granma dignificación del oficio de lustrar calzado

Exponen plan nacional de Cuba para prevenir la anemia

Ensayan vacuna cubana contra el dengue en monos

Policía Nacional Revolucionaria: dueña de la salud ciudadana

Diseñan en Cuba diccionario bilingüe para sordos

Dan calor en provincia cubana al uso de la energía solar

Granma recibe calificación de Bien en reforestación

Abre nuevas perspectivas para las exportaciones el humus de lombriz en Cuba

Instalan primera prótesis peneana en Guantánamo

Sobresalen guajiros científicos de La Sierpe

Miden eficiencia del cepillado dental

Felicitan a Empresa cubana de ladrillos refractarios

Cuba mantiene vigilancia en colonias de abejas

Holguín satisface demanda nacional del suero de conejo para programa de trasplantes renales

Prosiguen muy deprimidos embalses espirituanos

Seleccionan las siete maravillas de la arquitectura en Granma

Lombricultura: Sostén básico del agro

Sobrecumplir con menos


[Compilación y ataque de tos: Manuel Sosa]