Vistas de página en total

lunes, 13 de noviembre de 2017

Inmunidad gregoriana

Unos pocos años deben bastar para olvidarse del Calendario oficial. Y buen síntoma, que algunas mañanas me entero de la fecha leyendo periódicos que cada vez frecuento menos. La noticia de una ceremonia vacía, en algún lugar de la isla, pormenoriza ausencias y el paisaje que preside una estatua, también vacía. Fechas que consigo neutralizar, ausente, siguiendo otro hilo, asumiendo los días en su esplendor físico. Un día de julio vuelve a ser un día de julio, caluroso y solitario. Quizás sea otra manera de ganarles, logrando que las fechas nos sorprendan como tiempo recobrado, nunca como efemérides. Desde esta perspectiva, es fácil distinguir la superficialidad de los hechos que nos vendieron como heroicos, escaramuzas y gritería narradas con tintes melodramáticos, puestas en escena que el tiempo ha ido desnudando. Ahora sólo quedan ancianos ridículamente vestidos con la pobreza del mercado, asociados al Olimpo por gracia de las marcas deportivas, deslavazados e indefensos. Y nosotros, inmunes a sus fechas sagradas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario