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viernes, 14 de julio de 2017

Libros x leche condensada: un muestrario

“Conseguí (verbo clave en Cuba) Tres tristes tigres cambiando el libro por tres latas de leche condensada, mi cuota mensual de la libreta de abastecimiento…” [Zoé Valdés]

“Así, hace unos 30 años, la escritora Zoé Valdés consiguió la novela Tres tristes tigres a cambio de tres latas de leche condensada, su cuota mensual de la libreta de abastecimiento”. [Frank-Christian Hansel]

“Con el pasar del tiempo, se dice que las obras de Cabrera Infante llegaron a valer en el mercado negro (clandestino) cubano, hasta tres latas de leche condensada”. [Ernesto Bravo Bauzat]

“Él recordaba con frecuencia que en La Habana cambiaban su novela más famosa por tres latas de leche condensada...” [Juan Cruz]

P.-¿Cuánto cuesta hoy Tres tristes tigres en La Habana?
R.-Me lo han dicho. Me han hablado de tres latas de leche condensada. [De una entrevista a Guillermo Cabrera Infante]

“Es conocido el caso del trueque de los libros de autores como Guillermo Cabrera Infante por –a modo de ejemplo– botes de leche condensada en la mayor de las Antillas.” [Ignacio Peyró]
           
“-Es más –expresó-, cuando la revolución comenzó a ponerse fea y llegaron las prohibiciones de autores ‘desafectos’, podía darme el lujo de cambiar, de forma clandestina, una lata de leche condensada por Tres Tristes Tigres, de Cabrera Infante, o una de carne rusa por Doctor Zhivago, de Boris Pasternak.” [Víctor Manuel Domínguez]

“Pero peor llevó que en Cuba no se le pudiera, ni siquiera, leer Tres tristes tigres, por ejemplo, que en el mercado fraudulento se podía cambiar por dos o tres latas de leche condensada. (…) …un libro que entonces ya estaba prohibido en Cuba, y que aún sigue allí siendo materia de intercambio con la leche condensada”. [Juan Cruz]

“P: Apartemos el humo. Hace tiempo Tres tristes tigres costaba en La Habana tres latas de leche condensada. ¿Sabe si ha subido su cotización?
R: Llegó a cambiarse por diez latas a fines de los noventa.” [De una entrevista a Guillermo Cabrera Infante]

“Las noticias que tenía eran de gente que compraba mis libros, por ejemplo La Habana para un infante difunto, a cambio de diez latas de leche condensada.” [Guillermo Cabrera Infante]

“Otros cambiaron Tres tristes tigres por una camisa, dieron seis latas de leche condensada por Arcadia todas las noches o un reloj despertador por Vidas para leerlas.” [Raúl Rivero]

“En medio de las mayores penurias materiales la gente cambiaba los estrujados ejemplares de Así en la paz como en la guerra, por unas latas de leche condensada…” [Blog anónimo]

“Por otra parte he contribuido no poco a la bolsa negra cubana. Según un escritor inglés que visitó La Habana el año pasado mis libros eran objeto de un culto extraño entre las ruinas. Pasados de contrabando se vendían a estraperlo por el precio de ¡diez latas de leche condensada!” [Guillermo Cabrera Infante]

"La alta cotización de los libros de Guillermo Cabrera Infante en el mercado negro cubano -en doce latas de leche condensada, por ejemplo- hace de la literatura el cuerpo más apetitoso". [Valentí Puig]

“…además de su inmenso valor literario, histórico, musical, sentimental y civil el libro es dentro de Cuba un valor de cambio del más alto y carismático mercurio en el mercado de la vida cotidiana. Un ejemplar de La Habana... de Cabrera puede resolver la supervivencia física de una familia habanera durante una semana: leche condensada, aceite, carne de pollo, huevos, viandas de todo género, pasta de dientes, ropa, luz brillante. Todo sirve para ser intercambiado en la bolsa negra por un fulgurante ejemplar de La Habana... de Cabrera. [J.J. Armas Marcelo]

(Búsqueda y captura a cargo de: Manuel Sosa)

3 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Thanks, I hope you are recovering. Cheers! MS

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  2. aunque parezca mentira es asi, yo recuerdo que tenia un libro muy importante para mi el I CHIN y lo vendiu en 10 dolares en los años 90 para comprar unos (CHupa miaos), tenbis muy baratos para que mi niño pudiera ir a la secundaria, por suerte al venir a España pude tener de nuevo otro ejemplar por cortesia de Elisa una amiga que encontre

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