“Deteniéndome
junto al bosque en una noche de nieve”
Al dueño de estos bosques creo conocer,
pese a que tiene su casa en el pueblo;
no podrá ver cómo me detengo aquí
para admirar sus bosques colmados de nieve.
A mi pequeño corcel le resultará curioso
el detenernos sin que haya alguna hacienda a la vista,
entre bosques y lagos helados,
en la noche más tenebrosa de todo el año.
Hace sonar las campanillas del arnés
como si indagara por lo que nos ocurre;
el único otro sonido es el barrer
del viento y los copos que caen.
Los bosques son bellos, oscuros y profundos
pero me quedan promesas que cumplir
y millas por delante antes de dormir,
y millas por delante antes de dormir.
“Fuego y hielo”
Algunos dicen que el mundo terminará
envuelto en fuego;
algunos dicen que en hielo.
Por lo que he paladeado del deseo
me uno a esos que favorecen el fuego.
Pero si tuviéramos que perecer dos veces,
creo saber lo suficiente del odio
para decir que el hielo es magnífico
para destruir
y sería suficiente.
Al dueño de estos bosques creo conocer,
pese a que tiene su casa en el pueblo;
no podrá ver cómo me detengo aquí
para admirar sus bosques colmados de nieve.
A mi pequeño corcel le resultará curioso
el detenernos sin que haya alguna hacienda a la vista,
entre bosques y lagos helados,
en la noche más tenebrosa de todo el año.
Hace sonar las campanillas del arnés
como si indagara por lo que nos ocurre;
el único otro sonido es el barrer
del viento y los copos que caen.
Los bosques son bellos, oscuros y profundos
pero me quedan promesas que cumplir
y millas por delante antes de dormir,
y millas por delante antes de dormir.
“Fuego y hielo”
Algunos dicen que el mundo terminará
envuelto en fuego;
algunos dicen que en hielo.
Por lo que he paladeado del deseo
me uno a esos que favorecen el fuego.
Pero si tuviéramos que perecer dos veces,
creo saber lo suficiente del odio
para decir que el hielo es magnífico
para destruir
y sería suficiente.
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